domingo, 4 de septiembre de 2011

¿Qué hacer para facilitar la reducción de nuestros parados? (Parte 1)

Una opinión más de un jubilado, por si es de vuestro interés...

Sencillamente hemos de ser competitivos en el mercado.

Para la mayoría de dirigentes, asesores, comentaristas y para los que no han vivido directamente la economía productiva, se trata de trabajar más y cobrar menos. Propuesta de Sra. Merkel y muchos mandatarios, la cual causa terror y rechazo a los que tienen que sudarlo. Pienso que esta propuesta la hacen quienes no vivieron los puestos de trabajo en la base, que es el punto clave para mejorar la productividad.

Producir más y costes menos. Propuesta que gana adeptos y colaboradores, según lo ya experimentado con éxito. No se trata de trabajar más horas ni de bajar sueldos, en principio. Pensamos que es el camino para lograr la competitividad en el mercado, ya que impulsa la colaboración de la gran mayoría de actores directos, con cuya participación e interés es imprescindible contar, para alzanzar el objetivo mediante la productividad.


jueves, 1 de septiembre de 2011

En recuerdo a un amigo... Antonio Marzal Fuentes

Jags.- Profesor,  en la mecánica de sistema de protección social ¿qué queda de la solidaridad entre las personas que pertenecemos a diferentes generaciones?

AM.- Un sistema de seguridad social. Y, de un modo más concreto, un sistema de seguridad social referido a la protección de la vejez -en la jubilación, o en el retiro definitivo de la vida del trabajo por incapacidad-, no es más que un gran sistema de solidaridad -las cargas de los que, por un motivo u otro, por edad o por incapacidad, dejan definitivamente el trabajo son asumidas por los demás-, y un gran sistema de solidaridad intergeneracional -la responsabilidad de la protección de la generación que se retira del trabajo es asumida por de la generación siguiente, como aquélla lo fue por la anterior-. Esto siempre ha sido así en términos de realidad. Siempre y de una manera espontánea, biológico-cultural, el principio de la solidaridad intergeneracional ha regulado moralmente la protección intergeneracional: la generación mejor situada protege a la que lo está peor; la generación activa -la que puede proteger-, a la pasiva -la que necesita ser protegida-. Ello es la expresión de un principio sistémico inscrito en la naturaleza biológica, cultural, o moral del hombre: el del retorno, consciente o inconsciente, a la generación ahora necesitada de protección de lo que ella hizo con la anterior.

Jags.- Un sistema de seguridad social, referido a ....

AM.- Un sistema de seguridad social referido a la protección de la generación que se retira del trabajo no es más que la asunción jurídica de ese hecho biológico, cultural o moral. El sistema de reparto -de cargas y beneficios- inscrito en el derecho desde finales del XIX no hace más regular e instrumentar con reglas jurídicas ese sistema de solidaridad intergeneracional, que vive su etapa de mayor esplendor en la economía de la inmediata segunda postguerra..

Jags.- Ahora es un modelo que conceptualmente, solo conceptualmente, vuelve a estar en crisis... o en la preocupación de que pueda, en cualquier momento, ser objeto de deseo del "Mercado Total" al que apuntaba el profesor García-Nieto.

AM.- Pero precisamente por ello, por la estrecha correlación que se ha dado en los hechos entre protección social y esplendor económico, por un lado, y, por otro, por su automatismo inconsciente, o casi inconsciente, como funcionamiento, el sistema de la solidaridad intergeneracional entró en una profunda crisis en cuanto cambiaron, con la crisis económica de los 70 y con los cambios culturales que la acompañaron, las condiciones sociales y demográficas en los que se basó su funcionamiento durante el esplendor de la segunda postguerra.

Jags. -Claro, con la crísis económica,  vino la crísis del empleo ...

AM.-Y ambas crisis desencadenaron la crisis del sistema financiero sobre el que se apoyaba la solidaridad intergeneracional. Pero las reacciones necesarias tardaron en llegar, y cuando llegaron se tardó aún más en descubrir que las imágenes del automatismo de su funcionamiento con las que habíamos vivido hasta entonces eran más un espejismo que una realidad. Un descubrimiento que, al fin, nos obligaría a plantearnos las cosas como un sistema cultural -que es lo que en realidad era- más que como un sistema financiero -que sólo era la expresión de aquél-.

Jags.- Eso es, hace ya suficiente como para avanzar en un modelo de Solidaridad Intergeneracional cuyo funcionamiento no sea mécanico, automático -como dices-  y únicamente financiero, ... pero ... ¿por dónde empezar? 

AM.-Para ello tendrían que cambiar no sólo cosas, sino sobre todo actitudes. Lo primero que habría que cambiar eran justamente esas imágenes de automatismo con las que aparentemente habría funcionado el sistema, con escasa conciencia por parte nuestra de que lo que habíamos puesto en marcha era un sistema de solidaridad intergeneracional. En adelante la solidaridad intergeneracional tendría que aprender a funcionar como un pacto consciente y fundante, previo a los mecanismos instrumentales jurídicos, por el cual las diferentes generaciones asumirían, las unas con respecto a las otras, sus obligaciones morales, recíprocas y sucesivas, de solidaridad.

Jags.- La mecánica, el automatísmo al que te refieres, con la que se produce el acto de solidaridad  no ayuda a tomar conciencia del beneficio de profundizar en el intercambio de valores y experiencia, de aspectos más intangibles que el puramente financiero... 

AM.-La nueva solidaridad intergeneracional tendría que ser una solidaridad consciente, moralmente asumida, y sólo entonces convertida en derecho. Eso es lo que significa, y de eso es imagen, la propuesta de un pacto intergeneracional. Por otro lado, y para que ese pacto fundante del nuevo sistema pueda funcionar como lo que es, como realidad moral, no como realidad sólo mecánica, será necesario que se extienda no sólo a la protección clásica de una generación delimitada con fronteras precisas de la otra, sino también a todos los intersticios que se dan en los hechos entre las sucesivas generaciones. A los intersticios de la protección clásica, por la que la generación que se retira se apoya en la que entra –unidireccionalmente-, y a los intersticios nuevos en los que se da la transmisión a la generación que viene de la experiencia del trabajo de la que se va. Ese relevo de generaciones, así concebido y ahora regulado por el pacto intergeneracional, se hará así más gradual que hoy -retraso de la jubilación en formas distintas de trabajo, coexistencia de jubilación y determinadas formas de trabajo...-, más integrativo -la generación que se retira lo hace traspasando su experiencia a la generación siguiente como un retorno moralmente debido- y más eficaz -las nuevas actitudes creadas por el pacto intergeneracional crearán necesariamente nuevas reglas que hacen posible la supervivencia del sistema financiero, sin el cual no es posible realmente el ejercicio de esa solidaridad-.

Jags.- Profesor! has marcado el camino...

AM.- Con vosotros estoy.

Es verdad que el camino se hace al andar, no antes...